Oscar Augusto Rodas es un jugador de rugby que se desempeña en la
Primera división de Universitario de Córdoba. Hace 9 años que está
radicado en la Docta, su lugar en la cancha es el octavo y llegó hasta
ahí con mucho sacrificio.
Tiene 31 años, es técnico en Comunicación Social, además está
terminando la licenciatura de Comunicación Institucional, se encuentra
de novio hace más de dos años y sueña con volver a vivir en su provincia
querida de Catamarca.
El Esquiú.com mantuvo una entrevista con el “Negro” Rodas, en la que
habló del sacrificio que hizo para llegar a un club grande de la
Argentina.
-¿Cómo estás viviendo tu presente en Córdoba?
-Mi presente en la “U” es excelente, más allá de los resultados
obtenidos es un grupo que se fue afianzando con el tiempo, es una mezcla
de jugadores de más de 10 años en primera y los nuevos que siguen
llegando. También sé que estoy en mis últimos años y quiero
aprovecharlos al máximo.
-Cuándo arrancaste a jugar en Catamarca, ¿Pensaste en llegar a la Primera de un club de Córdoba?
-La verdad que jamás me imaginé jugar en otra provincia, siempre los
miraba por televisión a los grandes clubes. Y desde que me fui de mi
provincia, ése fue mi gran sueño de por lo menos tener unos minutos en
cancha en primera división. Llegue a Córdoba en 2004, jugué unos
partidos de pretemporada de ese mismo año y luego quedé para la reserva
del club.
Todo ese año 2004, entraba casi en los últimos 20 minutos del segundo
tiempo, y además de entrenar casi tres veces por semana (porque en estos
clubes si no entrenás, no jugás, así de simple), tantas cosas se me
cruzaban en esos 20 minutos para tratar de hacer lo mejor posible y
lograr mi objetivo tan ansiado, hasta que por fin en julio de 2006 llegó
el gran momento de entrar de titular en la primera de Universitario.
Ese partido me tocó jugar contra el Córdoba Rugby Club; ese encuentro no
fue positivo para mí, ya que en un par de jugadas se levantó el octavo
por mi lado (estaba de ala de ese lado, me tiró para atrás “risas”), ese
año seguí en la Primera pero no de titular, aunque todavía así sabía
que era mi lugar, y que estaba cerca de conseguirlo.
En 2007, después de una pretemporada rabiosa, arranqué de titular en la
temporada 2007 del campeonato oficial de la Unión Cordobesa de Rugby.
Recuerdo que el primer partido nos tocó contra el Palermo, en nuestra
cancha y te aseguro que esos 5 minutos antes de entrar fueron
inolvidables; me emocioné mucho antes de entrar, fue uno de los grandes
momentos en mi carrera rugbística, con mucho público, con muchos chicos
nuevos debutando, y me sentí un representante de mi club y mi provincia
en ese momento. Muchos sentimientos se cruzaron por mi cabeza en ese
instante único e inolvidable.
-¿Cuáles fueron los clubes en los que jugaste en Catamarca?
-Comencé jugando en el club San Fernando en 1997. Fui a probar y desde
ese momento no lo dejé nunca más. Después de dos años, pasé a la UNCa
Rugby Club; allí jugamos en el campeonato de menores de 19 años en la
provincia de Tucumán, que fue una de mis mejores experiencias a nivel
deportivo. A partir de esa experiencia y rozarme con otros clubes
importantes de Tucumán, empecé a soñar con jugar alguna vez en Primera
división, y después en 2002 se armó el Catamarca Rugby Club, en donde
jugué los años 2002-2003. En ese tiempo, hice amigos con quienes que aún
ahora nos hablamos y sé que puedo confiar en ellos en lo que sea.
-¿Por qué llegás a jugar en Universitarios?
-Había escuchado del club por amigos de Catamarca que en su época de
estudiantes llegaron allí, entonces un día fui solo, pregunté por los
días que entrenaban y comencé ese mismo año. Los del club me recibieron
excelente, siempre con bromas de por medio, como todos los cordobeses, y
era mi caso porque soy introvertido, me cuesta tener confianza, así
siempre mis compañeros del club me gastaban porque era muy callado.
-¿Con qué juego te sorprendiste en Córdoba? ¿Estamos lejos en Catamarca de llegar a ese nivel?
-Cuando llegué a Córdoba me encontré en ese entonces, por ejemplo, con
organización ofensiva y defensiva (células en ataque y poste uno pelota
en defensa), también para el relanzamiento con jugadas predeterminas. La
verdad que tuve que aprender a correr la cancha, como un empezar de
nuevo en mi carrera rugbística.
-¿Cómo ves a los clubes de Catamarca cuando van a Córdoba a jugar en Torneo Integración?
-Sin duda es otro nivel, cada club tiene una identidad de juego, sobre
todo en lo anterior que te comenté, sumado a que el juego en este
deporte se actualiza a pasos agigantados. Creo que se podría mejorar
capacitando entrenadores y por sobre todo generando competencias con las
grandes uniones del país. De esa forma, me parece que llegaría el
progreso y el entusiasmo de cada rugbier local de especializarse. Acá en
Córdoba, a pesar de que hay jugadores becados por la UAR (Unión
Argentina de Rugby), la mayoría dedica mucho tiempo para poder estar en
un mismo nivel; el rugby de Córdoba es muy duro, de mucha fricción y
contacto; a mi entender, ya pasé por una cuestión de rumbo, de adónde se
quiere llegar a largo plazo a cargo de nuestra estructura dirigencia
local.
-¿Te queda algún sueño por cumplir en el rugby?
-Creo que lo último que me falta conseguir sería salir campeón con la
“U”. Además del sueño máximo de cualquier rugbier, que es formar parte
de Los Pumas; es el gran anhelo de todos, por mi edad y dedicación en
estos momentos se complica muchísimo, y mi gran sueño desde que me
dediqué al rugby es llegar a jugar en Primera. Me costó mucho pero lo
conseguí y poder ser reconocido por mi esfuerzo y desempeño por mi club y
gente allegada es algo que no tiene precio.
-¿Sabés de otro jugador que estuvo en la primera en Córdoba?
-Con el que compartimos partidos fue con Augusto Martínez; él llego a
Córdoba unos años más tarde, además es un excelente amigo y compañero
dentro y fuera de la cancha. Y de otro jugador de Catamarca que haya
jugado acá no sé, quizás haya habido años anteriores a mi llegada a
Córdoba.
-¿Cuál fue el apoyo de familia cuando te fuiste de la provincia?
-El apoyo de mi familia fue incondicional desde el primer día que me
vine a estudiar. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia mi familia,
que hizo todo el esfuerzo para poder ayudarme con mis estudios y mi
carrera deportiva.
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