martes, 2 de octubre de 2012

Nuevos incidentes en una cancha

Nuevamente un partido de rugby es noticia por incidentes y no por su juego, esta vez fue en el clásico catamarqueño entre Catamarca RC y Los Teros.
Como sucedió en la última fecha del Torneo Apertura entre Los Hurones y Chelcos, además en la primera fecha del torneo pasado produjeron incidentes Teros con Social, y en esta fecha nuevamente los inadaptados de siempre volvieron a protagonizar una pelea dentro del campo de juego.
Desde la Unión Andina de Rugby no toman cartas en el asunto, ya que desde el Honorable Tribunal de Disciplina nunca actuaron como corresponde, ya que la única vez que suspendieron a un jugador fue en la pelea interna en un partido entre el jugador Alejandro Mascareño y Facundo Serrano, de Teros.
Este sábado, cuando las grescas parecían algo ya del pasado, un nuevo suceso volvió a manchar el rugby de la Unión Andina, y es que, promediando el segundo tiempo del clásico Catamarca Rugby con Los Teros, un jugador del primero recibió un puñetazo desde el costado por parte de un jugador rival que, de inmediato, lo volteó al suelo y le produjo una severa conmoción cerebral, por la cual tuvo que ser hospitalizado para realizarles los correspondientes estudios.
Este hecho marcó un antes y un después en el partido, caldeando por completo los ánimos de ambos equipos, que sobre el final se trenzaron en una batahola que tras varios minutos pudo ser controlada, todo esto bajo la mirada del árbitro Pablo Marina.
Sin dudas, estos hechos van en contra del espíritu del rugby, de la solidaridad, del compañerismo, altruismo, humildad, etc., valores que el rugby pregona y sin los cuales la práctica deportiva quedan sólo en eso, y se aleja demasiado de ese deporte de brutos que, siempre se dijo, es jugado por caballeros.
Es tiempo de que la Unión Andina tome cartas en el asunto y prevea sanciones más severas para quienes no entiendan y respeten las reglas, porque si no estaremos siempre condenados a la mediocridad, y lejos del espíritu del rugby.
Quien no desee jugar al rugby, o más bien, lo utilice para golpear de mala fe, bien puede dedicarse a otros deportes como el boxeo y el vale todo, pero en el rugby, la única violencia permitida es la de un buen tackle o embestida, rugby con violencia, no es rugby.
Pueden existir muchas carencias en el aspecto de juego o dirigencial, pero en lo que no debemos fallar, omitir o dejar afuera son los valores de este deporte, entre ellos, quizás uno de los más importantes, el juego limpio.
Como adultos y representantes de cada club, en este caso todas las primeras divisiones que conforman esta unión, tienen la misión y obligación de dar el ejemplo, por sobre todas las cosas tener en cuenta que la primera de cada club representa todas las familias que lo conforman. Entonces debemos madurar y crecer de una vez por todas y no hacer más estos papelones.
El rugby es familia no lo olvidemos.
 

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